Como no es en España, no lo vas a leer.

Siglo XXI, vemos niños hoy en día que desean poder no ir al colegio, no quieren estudiar... y sin embargo, nos esforzamos en "invertir en ellos" y dejamos que sigan matriculándose.

Siglo XXI, puedo ver como niños en continentes como África o América, hacen rutas de miles de kilómetros para asistir a clase. Hace poco por internet pude ver algunos casos bastante impactantes sobre esto.

SAMUEL: 

Samuel tiene 13 años. Debido a su discapacidad, no puede andar y los 4 kilómetros que separan su casa de la escuela, debe hacerlos en silla de ruedas. Sus dos hermanos menores lo ayudan empujando su silla a través de caminos de arena, ríos y otros obstáculos.

CARLITOS: 

Carlitos tiene 11 años. Recorre dos veces al día, más de 18 kilómetros montando a caballo con su hermana menor, cruzando montañas y grandes llanuras de una de las regiones más inhóspitas de la Patagonia argentina, soportando las inclemencias del tiempo.

JACKSON:

Jackson tiene 11 años y vive en Kenia.

Dos veces al día, él y su hermana menor caminan 15 kilómetros a través de la sabana poblada de animales salvajes para llegar a la escuela.

ZAHIRA:

Zahira tiene 12 años y vive en el Atlas marroquí. Le espera un camino agotador a pie de más de 22 kilómetros por los senderos y valles de la montaña, antes de que ella y sus dos amigas puedan llegar al internado.

Por desgracia, no van a ser ni los primeros, ni los últimos, ni los únicos casos que se den. 

¿De verdad no merece la pena construirles más escuelas a estos niños e incrementar un poco la calidad de estas? ¿De verdad sigue mereciendo la pena matricular a chicos y chicas que no van a clase o que consideran que es más importante fugarse para ver Mujeres y Hombres y Viceversa a la 1 de la tarde?

Pienso que en algo estamos fallando, cuando gente a la que no se le da ninguna ayuda lucha día a día en un largo camino hasta llegar al colegio y que mientras otros, no quieran aprovechar la oportunidad de tener una educación.