¡AL RINCÓN DE PENSAR!
Recientemente, una hija de una amiga de mi madre, me comentó que un día en el colegio; por no haber hecho los deberes la mandaron al rincón de pensar. Sí, habéis leído bien, EL FAMOSO RINCÓN DE PENSAR. Hoy, 14 de abril, de 2017, S.XXI, planeta Tierra y aún seguimos poniendo a los niños y niñas en un rincón de pensar como si del siglo XIX se tratara. En un colegio religioso (con alguna que otra monja estricta) se podría incluso llegar a entender (y aún así ni lo entendería), pero estamos hablando de un colegio público.
Esto me recuerda a cuando me mandaban a ese rincón por ser muy hablador para reflexionar sobre lo mal que me portaba en clase, ¿Os digo en lo que reflexioné todas esas veces? EN NADA, y en el caso de que lo hiciera, seguramente sería en la hora del recreo o en la hora de la salida para comer.
Como docentes (y algunos que me leáis, como padres) debemos plantearnos el sentido de mandar a un niño a una esquina de la clase contra la pared.
¿Por qué en lugar de eso, encomendamos algunas tareas? Por ejemplo, si el niño o la niña es muy inquieto/a, hacerle encargado de vaciar la basura, de llevar papeles a la jefatura de estudios, entre otros.
La dinámica de la clase necesita un cambio, debemos innovar para conseguirlo y no repetir viejas técnicas que de nada valen. ¡NO MÁS RINCONES DE PENSAR!
Y vosotros, ¿Qué opináis?
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